MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
Es para mi una bendición el haberme dado cuenta desde muy niña que mi vocación era ser maestra, el nivel no importaba, lo que tenía seguro era que quería ser maestra.
Comencé a la edad de 16 años dando clases de primaria, eran escuelas multigrupales y por lo tanto tenía que atender a niños desde primero hasta sexto, fue un reto muy importante para mí porque había muy pocos recursos en la escuela y era muy poca mi experiencia pero muchos mis deseos de compartir y aprender con mis alumnos.
Continué estudiando y preparándome y entonces me tocó dirigir un proyecto de preescolar en el que tuve la oportunidad de convivir con niños aún más pequeños, ahí aprendí muchas cosas y algo muy importante es que debemos partir de los intereses y necesidades de los alumnos, atender sus inquietudes y a partir de eso orientar los contenidos y conocimientos que deben adquirir en cada nivel educativo.
Aprendí por experiencia que el juego constituye una estrategia interesante y llamativa que motiva a los estudiantes a participara y el aprendizaje se da de una forma natural y divertida, se aprenden a respetar reglamentos, promueve la convivencia social, desarrolla la capacidad de liderar y creatividad.
Concluí con éxito este proyecto y entonces me invitaron como orientadora vocacional en una escuela preparatoria, donde tuve la oportunidad de trabajar con adolescentes, a pesar de que mi edad no variaba mucho de la de ellos, mi experiencia y edad me ayudó mucho a comunicarme con los chicos y crear un lazo de confianza que nos ayudó a incrementar su nivel académico y crecimiento personal.
Continué mis estudios en la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato, donde estudié la licenciatura en educación media con especialidad en Español.
Una vez que concluí mis estudios superiores, me ofrecieron que me quedara a trabajar ahí mismo, tenía una función en la Coordinación Administrativa y también tenía grupos a mi cargo, fue una etapa muy importante en mi desarrollo personal, aunque considero que este fue el nivel más fácil en el que he trabajado, ya que los jóvenes ya estaban convencidos de lo que querían para sus vidas y no había que andar detrás de ellos, ya eran un poco más responsables. Ahora me da gusto que muchas de los que fueron mis alumnos ya son mis colegas y que en alguna forma me recuerdan.
Más tarde entré a trabajar en Conalep, donde me gusta mucho el sistema porque siempre nos exigen mantenernos al día en cuestiones didácticas y pedagogía, nos apoyan mucho con cursos y nos motivan para que continuemos actualizándonos. Aquí mi trabajo es con adolescentes, quienes la mayoría llegan ahí sin saber qué es lo que quieren.
Para mí este es un reto enorme, trabajar en el nivel medio superior significa para mí un gran compromiso porque no solo trabajamos la cuestión académica sino que también debemos considerar el desarrollo integral del alumno y si consideramos que la mayoría de ellos viene de una familia fragmentada porque ambos padres trabajan, se sienten carentes de afecto y buscan un refugio en la escuela, en los compañeros y hasta con el mismo maestro.
El considerar que el maestro ya no enseña a sus alumnos conocimientos, sino que los orienta para que desarrollen competencias, entendidas éstas como el desarrollo de habilidades, conocimientos y actitudes, ha provocado que la educación se aborde desde una perspectiva distinta por lo que los resultados que se pueden observar son mucho más positivos.
Y volviendo un poco hacia mi historia escolar, de pronto pienso en mis buenos maestros y en quiénes no lo fueron tanto y entonces me pongo en el lugar de mis alumnos y pienso cómo van a percibir el desarrollo de la sesión si hago tal o cual actividad y así voy realizando mi planeación, considerando que las actividades deben girar en torno al alumno y no percibirlo solo como un elemento pasivo y observador.
La verdad me encanta este nuevo enfoque de la educación, creo que ya era necesario y sé que la preparación que ahora estamos recibiendo nos ayudará a enfrentar con éxito este reto para el fortalecimiento de la educación en nuestro país.
El aprendizaje basado en el desarrollo de competencias proporcione a los egresados de nivel medio superior una cantidad mayor de elementos que los ayude a solucionar los diferentes problemas que se le presenten en su contexto y tener mayores posibilidades de éxito porque no solo se adquieren conocimientos sino que se desarrollan habilidades, actitudes y valores.
Diana Rubio Zarazúa
